Países Bajos - José van Gog, de granja Devo Ei en Deurne, es consciente del gran impacto que puede tener el piojillo rojo en las explotaciones. Cuando sus gallinas estaban enjauladas, probó de todo para controlar el ácaro rojo: desde jabón vegetal con alcohol o eucalipto hasta sílice. Ninguna medida logró el efecto deseado, y los remedios más eficaces estaban prohibidos. Sin embargo, con la transición a la avicultura ecológica en 2018 y la construcción de una nueva nave, se les presentó una solución sostenible: la Q-Perch, dotada de un cable electrificado que elimina el ácaro rojo. Durante este periodo, el asunto del fipronilo estuvo en juego. Como José no quería correr riesgos con su granja, optó por estas perchas. Como resultado, el granjero ya no tiene que utilizar pesticidas químicos y, por lo tanto, "ya no tiene que trabajar en ese lío químico". Pero, ¿cómo funcionan exactamente estas perchas? ¿Y la seguridad contra incendios? Bas Liebregts, jefe de producto de Vencomatic Group, nos lo explica.
En 2013, los desarrolladores de productos de Vencomatic Group recibieron el encargo de afrontar el problema del ácaro rojo en la industria. Su punto de partida fue, como siempre, el modo de vida natural del animal, en este caso el piojillo rojo. El ácaro rojo, que se alimenta de la sangre de las aves, sigue un ciclo reproductivo específico. Los investigadores querían romper este ciclo, preferiblemente sin productos químicos.
Bas Liebregts explica cómo actúa el ácaro rojo: Por la noche se acerca a las aves en su lugar de descanso. Para reproducirse, el piojillo primero debe ingerir sangre de la gallina varias veces. Esto nos da la oportunidad de detener al ácaro en su camino hacia las gallinas e interrumpir así el proceso de reproducción".
Al impedir la reproducción, la población de ácaros rojos no puede seguir creciendo en la nave. Desgraciadamente, los piojillos pueden entrar en una granja de varias maneras, por ejemplo, a través de los materiales que se entran y salen y a través de aves o plagas. Existen numerosas vías por las que pueden entrar en una nave. Por ello, los avicultores necesitan una solución estructural que pueda utilizarse continuamente para su control.
Un ejemplo de la efectividad de Q-Perch es el de André Smid, que dirige la granja de gallinas ponedoras "Eiboerderij Smid" en Heemserveen, Holanda, junto con sus padres Hergen y Jenneke y su hermano gemelo Dirk. En la granja, 120.000 gallinas ponedoras escarban dentro y alrededor de las cinco naves, tres de las cuales están equipadas con Q-Perch desde hace cuatro años. André afirma: "Cuando hubo que reemplazar el equipamiento de las naves, nos planteamos diferentes sistemas, con una visión de futuro. Cada vez se permiten menos recursos en las granjas. ¿Qué se permitirá en diez años?".
Las dos naves con perchas tradicionales se tratan con Exzolt cuando la presencia de ácaros rojos es elevada. Aunque es eficaz, también tiene un coste significativo. En las naves equipadas con Q-Perch no hay costes recurrentes. André prosigue: "En estas casas no hemos encontrado ningún piojillo rojo desde que instalamos la Q-Perch. Ya no aplicamos ningún tratamiento, ni siquiera cuando están vacías. Antes pulverizábamos polvo de sílice durante la desocupación, cosa que ya no es necesaria".
André destaca el ahorro que supone la Q-perch frente a los costes de los tratamientos con Exzolt. Aunque el precio de compra de estas perchas es superior al de las perchas tradicionales, la familia Smid no duda de su decisión: en el futuro, los dos gallineros restantes también se equiparán con perchas con cable electrificado. "Lo bueno de esto es que las gallinas no notan nada. Las gallinas no se acercan al cable eléctrico", dice André. "Con la Q-Perch no les echas nada a las gallinas y, como no hay ácaros, las aves están más cómodas".
El carácter de las gallinas de José también ha mejorado notablemente tras la llegada de las nuevas perchas. "Como nuestras gallinas no sufren el piojillo rojo, ahora comen menos pienso y están de mejor humor. También son menos agresivas entre ellas. Hay mucho menos picoteo en el gallinero". Esto contrasta con la antigua nave, donde los problemas de ácaro rojo empeoraban, lo que provocaba anemia, debilitamiento del sistema inmunitario y, en última instancia, la muerte de las gallinas. Como generar sangre extra requería energía, las gallinas necesitaban más pienso.
Bas añade que, en ciertas situaciones, como hacia el final de la ronda, aplicar tratamientos adicionales junto a la Q-Perch podría ser una buena opción para que el próximo lote empiece con buen pie. Esto permite empezar la próxima ronda sin preocupaciones, nos cuenta Bas.
Volvamos al diseño y la funcionalidad del Q-Perch. ¿Por qué estas perchas tienen un impacto positivo tan significativo en las condiciones dentro de la nave? El elemento crucial de la percha es el cable electrificado integrado que mata al ácaro rojo. Sin embargo, queda oculto a simple vista y está ingeniosamente escondido en la parte inferior. Por allí pasa un cable especialmente diseñado para que las gallinas no puedan tocarlo. Este cable incorpora dos hilos conductores en una funda de silicona, con un aislante en medio que detiene la corriente. Si un ácaro entra en contacto con dos hilos conductores con dos de sus ocho patas, una corriente pasa a través del ácaro rojo y se seca, sin que la gallina se dé cuenta.
Las perchas están sujetas al aviario de tal forma que los piojillos rojos no tienen más remedio que acercarse a las gallinas por la parte inferior de la percha; el camino por encima del cable con pistas conductoras es un callejón sin salida. "No podemos evitar que el ácaro rojo entre o esté presente en el gallinero, pero con la Q-Perch podemos minimizar las molestias a las gallinas", afirma Bas, desarrollador del producto. Y continúa: "Cuando se utiliza electricidad en el gallinero, no se puede correr ningún riesgo. Cada Q-Perch está equipado con una caja independiente que regula la corriente y evita sobrecargas. Además, el sistema está homologado externamente en cuanto a seguridad contra incendios, entre otras cosas. Por seguridad no se nos permite cambiar el diseño sin una nueva aprobación.
Una característica llamativa de la percha es su forma de seta. La parte superior es semicircular, adaptada para que las gallinas se sienten y descansen con la máxima comodidad. Bas explica: "Nos preguntamos: ¿cuál es la forma de percha ideal para las gallinas? La Q-Perch es una percha respetuosa con los animales en la que a las gallinas les gusta estar. También lo vemos en las investigaciones: cuando una gallina se sienta en esta percha más a menudo, es aún más estable en comparación con una percha redonda tradicional". José puede confirmarlo: "Es más agradable para las gallinas posarse en estos palos que en los palos de madera o en los tubos redondos", dice José. Sus gallinas utilizan las perchas con frecuencia. "Durante el día no tanto, porque entonces están al aire libre, pero el resto de tiempo se posan todas en las perchas".
Además de la experiencia de los avicultores, la percha con forma de seta también ha recibido la aprobación de la KAT alemana, una normativa privada que establece requisitos para los avicultores que quieren suministrar huevos al mercado alemán. Además, Vencomatic Group ha invitado a organizaciones alemanas de bienestar animal a evaluar este innovador sistema. Este grupo de especialistas considera que la Q-Perch es un método elegante y eficaz para proteger a las aves.