Si pensamos que la gestión en las naves de producción avícola sólo es necesaria durante el periodo diurno, entonces tenemos una mentalidad equivocada. Es muy recomendable observar el comportamiento de las aves luego del atardecer y también justo antes del amanecer. En este periodo pueden surgir cosas inesperadas, como circunstancias deterioradas en la ventilación y momentos no deseados de la puesta de huevos.
De qué manera sopla el viento
Los periodos de invierno y verano requieren diferentes ajustes de ventilación para lograr un comportamiento óptimo de las gallinas durante la noche (mientras descansan). Normalmente, cuando las gallinas se posan en las perchas de la parte superior del sistema, el aire entrante no debe alcanzarlas. Pero cuando esto ocurre, las gallinas pueden enfermar y sufrir E-coli. El resultado puede ser una mayor mortalidad. Además de la salud de las gallinas, también puede afectar al lugar que las gallinas eligen para descansar. Esto significa que las gallinas van a buscar un lugar mejor para descansar, sin que el aire entrante las golpee. Podrían entrar en el sistema y quedarse en un lugar más atractivo, un lugar donde no las queremos por la noche. Cuando la ventilación es un problema constante, las gallinas podrían bajar con frecuencia y acostumbrarse a estos lugares. Esto provoca la puesta de huevos perdidos en la superficie del sistema o en la yacija.
Las más madrugadoras
Al principio de la producción, las gallinas aún no tienen un horario determinado de puesta de huevos. Incluso pueden poner huevos antes de que salga el sol. En este caso, significa que se trata de ponedoras precoces.
El problema con las ponedoras precoces es que no pueden encontrar los nidales porque siguen cerrados durante la noche. El resultado es que los huevos nunca se ponen en los nidos, sino en las superficies del sistema o directamente desde las perchas (se caen). Se trata de huevos perdidos. Cuando entramos en el gallinero después de encender las luces, estos huevos perdidos nunca se encuentran. La mayoría de las veces los huevos están rotos o acaban en las cintas de estiércol o en la yacija. El resto de los huevos rotos se los comerán las gallinas justo después de encender las luces.
Este problema sólo se detectará cuando vaciemos las cintas de estiércol, ya que entonces se harán visibles las numerosas cáscaras de huevo o yemas rotas. Hay que solucionar este problema, pero ¿cómo? Nuestros especialistas en aves de corral tienen muchos conocimientos y experiencia práctica en el bolsillo. No dude en ponerse en contacto con nosotros si se enfrenta a algún reto - porque pequeños ajustes pueden marcar una gran diferencia.